La Decisión Final (10)

La Decisión Final.

Pasaron las semanas.
Sin darme cuenta Phillip se había instalado en mi piso, al principio me molestaba un poco, era como si me invadieran el espacio, su tranquilidad me gustaba aún así las cosas se complicaron.
Era tan tranquilo que no hacía nada, hubo un momento en que yo pagaba el alquiler, la comida, el jabón, las reparaciones, todo, y él… se gastaba su suledo, inferior al mio, en Ebay, compraba cosas con mi tarjeta de crédito alegando que me lo devolvería, compramos una wii, dos nintendo Ds, juegos, pinturas…. yo le creí y seguí adelante, le quería y aunque parezca una locura quería vivir mi vida con él.
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Una tarde llamó su madre y nos contó que habían comprado un Pub en Londres y que si queríamos ir allí con ellos.
Estábamos cansados de trabajar en los hoteles, nos pidió que lo pensáramos bien y que le dijéramos algo pronto.
Me quise ir de allí, desaparecer, estaba harta de aquel sitio, muy harta, las paredes del hotel se me caían encima y le dije que sí sin pensármelo dos veces.
Nos mandaron fotos del Pub, era precioso, un sueño.
Idas y venidas, lloros y sonrisas, sueños y decepciones, merodeando entre la realidad y lo que podía ser, él se fue solo. Y yo me quedé.
Sin Aitana y sin Phillip.
Un mes de marzo tormentoso, seguimos la relación a distancia unos meses, pero mi mente estaba desfigurada por los celos.
Phillip tiene un hijo pequeño, de madre Alemana, que no nos dejó en paz durante meses, ella preocupada porque Phillip no le pasaba la pensión, y yo preocupada por cada vez que él se iba a Alemania a ver su hijo, que era un bebé.
Sí, una noche en una fiesta, ella intento besarle y él le dijo que me quería a mi, yo no puedo saber que pasó realmente, nunca lo sabré, pero él me convenció que no había pasado nada, y se cree el ladrón que todos son de su condición.

Me encanta jugar a las consolas, en especial un juego de guerra, juego on line, todos los días hasta las tantas, me quita de la oportunidad de pensar en él,
Hablo con gente de toda España.
Hasta que apareció Borja.
Su voz era preciosa, ese timbre, esa textura, me enamoré de su voz sin pensar ni acordarme de nada más.
Durante meses estuvimos hablando sin vernos, tuve claro que le quería conocer.


“Me tiré para atrás en el último momento, hice algo que no se debe hacer nunca pero la distancia es difícil y el e-mail fue la excusa perfecta para dejarle, sí, le mande un mail, estaba desesperada, habían pasado cosas… él se fue a Inglaterra y yo me quedé trabajando en los hoteles, aún así ya estaba aburrida de la animación, entró gente joven con mas energía que yo y eso me mató, me daba envidia no tener ya esa frescura y esa emoción o pasión por mi trabajo…”

La cobardía se apoderó de mi y le mandé un mail a Phillip dejándolo.

Era libre, sentía un alivio muy grande, y mi familia también lo sintió.
No estaban de acuerdo en que me fuera, era demasiado pronto para ellos, y demasiado repentino.
Mis jefes de animación, mis compañeras y compañeros se alegraron, la frase que más oí en esos momentos fue: “Argia, tu perteneces aquí, entre nosotros”


Borja me llamó y me dijo que quería conocerme.
Así fue, vino a Barcelona, a mi casa.

Estaba muy nerviosa, el timbre sonó.
Abrí la puerta y allí estaba él, con una Kitty gigante de peluche.
Delgaducho y con sus ojos verdes.
Durante horas estuvimos jugado a la consola sin cesar, y entre carcajadas me miró y me dijo:
-tienes una sonrisa preciosa.
Y me besó.
Nos acostamos.
Una y otra vez.
Verlo en el sofá tumbado, como Phillip hacía pocas semanas antes me hizo sentir como una puta, empecé a llorar, Borja no entendía nada pero conseguí controlarme.
Se quedó dos interminables días, ya no quería que él estuviera allí me había equivocado, había traicionado a Phillip en cierta manera, me sentía muy mal.

Italia me había visitado algunas veces también.

Se fue.

A los dos días Phillip me llamó, “una luz me iluminó el camino” y cambié de opinión, me fui con él.

Alejandro era mi jefe de animación, se enfadó mucho conmigo, me marchaba casi al empezar la temporada de verano, me dijo de todo, tardó muchos días en pagarme lo que me debía y no me deseó lo mejor, él también estaba con una mujer inglesa y tienen una niña.
Marc, coordinador de animadores, novio de años de Dana, me ayudó bastante en el tema económico y moral.
Por no decir Dana y Aitana me apoyaban incondicionalmente.

Mis padres me ofrecieron inconscientemente un piso nuevo y ayuda económica a cambió de quedarme, pero no acepté, para mí fue como un insulto aún así lo entendía,
Cajas y más cajas.
Cajas y más cajas.
Buscando supermercados donde me dieran cajas para guardarlo todo.

En dos semanas estaba volando hacía el Reino Unido.