Encuentros en otra fase (15)

Encuentros en otra fase.

No había pisado casi suelo de Barcelona y ya la estaba liando, besé a alguien que no debía.

Había salido con Edurne y Ariadna a tomar unas copas en mi séptimo día en Barcelona.
Mi madre estaba muy preocupada, detrás de mí, sin faltarle razón, insistentemente, encontré un trabajo de tres días y me echaron por llegar cinco minutos tarde por el retraso de un bus. perdí un trabajo y gané 300 euros en ropa de Mango.
Fue como el regalo de mis padres de vuelta a casa.


La única buena noticia en un día de tanta calor como aquel es que todavía tenía un poquito de paro por cobrar.

Tenía ciclones en la barriga desde aquella noche que en principio se presentaba aburrida y con poco dinero.
Es de esas noches en las que sales muy arreglada y a media noche los tacones se han comido tus pies y entonces vuelves a casa a cambiarte los zapatos y a pegarle un lingotazo al licor de manzana porque no tienes más dinero.
De esas noches que haces lo que sea por entrar a la discoteca gratis, consiguiendo o sobornando a alguien.
Al final acabé con 4 o 5 cervezas encima, olvidando la presión de mi vuelta a barcelona, bailando, siendo la reina de la pista, riéndome por tonterías, saludando a todos los que entran al mundo de la noche.
Bailo, siento el flash molesto en mi cara, tengo mucho calor pero mi piel está fría, vaso en una mano y cigarro en otra, ojos torneados por el efecto "noche", hasta que un grupo de gente entro, venian de una boda, repasé como iban vestidos, vi a un chico del que vagos recuerdos tengo y a otros merodeando por la pista de baile y apuntándose al “Cubateo”
.El foco apareció de nuevo entre el tumulto y le alumbró, un antiguo compañero de trabajo, era Marc con una corbata en la cabeza, borracho perdido en medio de un corro de gente aplaudiéndole, muy típico de él.

Me alegré de verle, le di dos besos y me dijo que no me había conocido entonces le abrazé y a partir de ese momento algo cambió, el aire fue más denso, las miradas escurridizas fueron más escurridizas, cada roce se hizo un mundo, el baile cada vez más incómodo, cada vez más cerca y en un momento sus labios me robaron no solo un beso sino todos los recuerdos enterrados, un mundo que para mi no hubiera sido posible si él no hubiera roto con Danna meses antes...

Te comes a besos, te dice cosas como que él no te besa porque esté borracho sinó porque de verdad quiere, que eres muy bonita y que no tenga miedo que todo va a ir bien y piensas que es todo consecuencia de la noche y del daño que los dos habíamos sufrido últimamente, te dice que te llamará mañana y no me pude separar del teléfono aun sabiendo que trabajaba todo el día, pero no porque quisiera estar ni quedar con él sino porque creo que quería contárselo a Danna, ella no se merecía algo así.
Esperé su llamada porque no tenía saldo para llamarle.

Marc y Danna hacía meses que no estaban bien, se veía venir, ella se marchó con otro, no fue la principal razón pero al final lo dejaron.
Con Felipe, un compañero de trabajo Uruguayo también.

Le mandé un mensaje diciéndole que yo no podía con mi consciencia y que había que decírselo a Danna, entonces me llamó.
Supongo que Marc tenia miedo y no sabía que hacer.

-Está bien se lo diré hoy y si quieres tu vienes mañana y se lo dices.
-vale Marc, así lo haremos.